Hola. Tengo 74 años y desde el pasado mes de enero me salen unas ampollas en brazos, manos, piernas y pies que me producen mucho picor.
Desde entonces el medico de cabecera me ha mandado diferentes pomadas y pastillas para aliviar el picor, sin que esto haya servido de mucho.
Como no encontramos mejoría, me derivó al dermatólogo con urgencia y me han hecho una biopsia.
El mismo día que me hicieron la biopsia, la doctora me recetó otra pomada y otras pastillas.
En la noche, antes de irme a dormir me puse la pomada y como a las dos horas, y después de haberme bañado con la intención de quitarme la pomada, me tuvieron que llevar de urgencias al hospital porque no aguantaba el picor y el escozor, y me habían salido en la zona donde me la había aplicado, muchas ampollas juntas.
El doctor que me atendió en esta ocasión me dijo que el no creía que se tratara de ninguna dermatitis, ni infección cutánea, me dijo que debía esperar el resultado de la biopsia, pero que el creía que tenia una enfermedad que hace que la parte mas externa de la piel se separe del resto y se llene de liquido, produciéndose así las ampollas. En este caso me recetó diazepan 10 mg y polaramine, el picor no se ha aliviado del todo y continua, aunque con menos intensidad, pero al tomar el tranquilizante ya no tengo ese estado de ansiedad y nerviosismo que me provoca el picor que es insoportable. En los pies tengo un problema añadido, que no se si es debido a que tengo un perrito pequeño en casa, y es que algunas ampollas se me han infectado y esto me ha producido dolor e hinchazón. Adjunto le envío unas fotos para que, en la medida de lo posible, usted pueda diagnosticar mi problemas y ayudarme a encontrar una solución a este problema que me desespera.
Agradecido de antemano.
El Dermatólogo responde:
Amigo José:
Mi impresión diagnóstica, tras observar las detalladas imágenes que envía, es que padece Ud. un penfigoide ampolloso, dermatosis de causa incierta y discutida que se caracteriza por aparecer en edades avanzadas y que se manifiesta con lesiones ampollares de localización preferentemente en miembros, axilas e ingles acompañándose de un intenso picor. Algunas de estas lesiones curan de forma espontánea una vez que se rompen y ulceran la piel donde asientan, sin embargo es frecuente que aparecezcan brotes nuevos que complican el proceso.
La mayoria de los investigadores coinciden en que la enfermedad se debe a que el enfermo fabrica una serie de anticuerpos circulantes dirigidos hacia su propia piel.
Se diagnostica con facilidad mediante biopsia de una lesión y, a pesar de lo molesto de su sintomatología, el pronóstico es favorable. Debe tener paciencia pues en la mayoría de los casos se resuelve por sí solo en 5 ó 6 años. El tratamiento oral con corticoides suele aportar unos buenos resultados.
