Verónica H. de Argentina pregunta:
Con mucho agrado hace uno días (Google mediante) me topé con su página web, me pareció súper interesante, útil y seria en materia médica. Lo felicito sinceramente. Mi nombre es Verónica, tengo 26 años, soy estudiante de diseño gráfico y vivo en Buenos Aires, Argentina.
Desde hace más de 5 años padezco de dermatitis atópica en el rostro. Soy de tez muy blanca, lo cual como imaginará no me favorece con semejante afección. Leí la consulta de una chica de 19 años de Chile con el mismo padecimiento y, por un lado me dió tranquilidad ver que el diagnóstico que me hizo mi médico de cabecera y familiar (Dr. Juan Carlos Peuchot) en ese momento es el mismo que Uds. recomienda: antihistaminicos más una crema con hidrocortisona e indometacina o antagonistas locales de calcineurina exentos de corticoides.
En este momento, aquí pleno invierno, estoy con dermatitis y medicada.
Aquí mi consulta:
Antes de que apareciera ésta dermatitis atópica, digamos unos 5 o 6 años antes, padecí de varicela (herpes zoster). Tenía unos 16 años y realmente fue una varicela importante, fuerte. Y fue a partir de ese entonces que empecé con el tema de la dermatitis atópica y otras molestias de índole dermatologico y de piel, que aparecen de manera fluctuante y sin causa aparente: boqueras, alergias o sarpullido, supongo producto de la dermatitis, escamación en codos y parte baja de la espalda, etc.
¿Es posible que el virus del Herpes Zoster aún se encuentre en mi organismo y, de una forma u otra, siga manifestándose en todos estos trastornos que le comenté anteriormente? Si es así, ¿no hay nada que pueda tomar o hacer para «matar» o eliminar definitivamente este virus y así también dejar de luchar con la dermatitis atópica y demás?
Desde ya muchas gracias, apreciaré mucho el tiempo que le dedique a mi consulta.
El Dermatólogo responde:
La dermatitis o eczema atópico obedece a patrones genéticos con una influencia heredofamiliar más o menos directa. Creo que, aunque no hubiera padecido una varicela en su momento, su dermatosis hubiera hecho acto de presencia si estaba Ud. predispuesta a padecerla. Lo cual no anula la posibilidad de que infinidad de trastornos de índole variable puedan ejercer de catalizador, en un momento dado, para que la enfermedad aparezca antes o después. De forma similar, cualquier situación patológica o influencia sicofísica anormal va a influir de forma notable en su evolución.
Al tratarse de un proceso cutáneo crónico y recurrente, la paciencia constituye la primera medida de lucha, a la cual asociamos múltiples tratamientos formulados de probada eficacia que puede solicitarnos. Todo ello debe estar unido, siempre, a un régimen de vida sano y equilibrado.