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Consideramos una serie de factores que, ante la pandemia que estamos sufriendo, pueden afectar a los pacientes dermatológicos en tratamiento o causar distintas patologías en nuestra piel:
- El uso mantenido e intenso de las mascarillas protectoras (barbijos o tapabocas en ciertos paises de habla hispa), parece ser fundamental como medida de prevención personal, pero puede dar lugar a ciertas dermatosis, sobre todo en atópicos, personas de piel sensible o intolerante al contacto con ciertos materiales utilizados en su fabricación. Una posible solución es utilizar una mascarilla ligera 100% algodón por debajo de la quirúrgica o de la FFP2/N95, de manera que sea la de algodón la que esté en contacto directo con la piel. Es muy importante que la máscara de algodón sea lavada y secada después de cada uso en la lavadora para evitar una eventual contaminación y que la exterior sea desechada después del tiempo de uso recomendado por el fabricante.
- Las personas que padecen acné o dermatitis seborreica facial pueden presentar un empeoramiento o agudización de sus síntomas al verse privadas del efecto beneficioso de una exposición equilibrada a la radiación solar.
- Los pacientes de psoriasis que siguen una terapia con los nuevos agentes biológicos de efecto inmunomodulador deben ser evaluados y monitorizados de forma cuidadosa por posibles repercusiones negativas en el eventual curso de la infección vírica.
- Las terapias faciales con agentes pigmentógenos asociados a la exposición a la radiación ultravioleta (UVA) utilizadas en algunas dermatosis como el vitíligo se verán afectadas debido a la protección mantenida y continua de las mascarillas.
- Desde el punto de vista preventivo debemos considerar la importancia de mantener una cuidadosa higiene manual y corporal con el uso de jabones antisépticos con clorhexidina, povidona yodada, ozono, amonio cuaternario o triclosán complementada con el empleo local de geles y soluciones hidroalcohólicas.
- Debemos, asimismo, valorar la utilidad y conveniencia de complementar estos cuidados higiénicos con dermocosméticos adecuados de efectos hidratantes y reparadores con urea, acido láctico, ozono, alantoína, dexpantenol, ceramidas, aloe vera, vitaminas E y F, y aceites de aguacate, borrajas, onagra o soja.