Katherina S. V. pregunta:
Padezco de Pitiriasis Liquenoide Crónica desde hace 12 años. Me he tratado en varios países con diferentes terapias y practicamente no he visto un resultado. Estoy desesperada y quisiera que por favor me ayudara con sus recomendaciones. Escuché hace un tiempo sobre la Oxigenación Hiperbárica y el uso de antibioticos. Me trataron con 20 secciones de oxigenación mientras tomaba Eritromicina. Vi una mejoría considerable, sin embargo duró muy poco. A los 2 meses volví a hacerme 20 secciones más de Oxígeno Hiperbárico pero sin tomarme las pastillas y asi no obtuve ningún resultado.
Quisiera saber que tipo de tratamiento es el mejor para la curación o por lo menos mejoría de esta enfermedad. No se si fue que debí hacerme las terapias de oxígeno más seguido, o tomarme los antibióticos.
Yo tengo dos tipos de lesiones diferentes: unas son manchas rojas de diferentes tamaños (esas tengo pocas) y las otras son manchas blancas, algunas grandes, otras pequeñas, pero sin forma especifica (estas son la mayoría)
Cada vez que me han hecho biopsia solo me toman muestra de las manchas rojas y el resultado es Pitiriasis Liquenoide Crónica, ahora tengo mis dudas de que las manchas blancas sean otra enfermedad. Le agradezco de ante mano la ayuda que me pueda brindar. Muchísimas gracias y saludos.
El Dermatólogo responde:
Con el nombre clínico de pitiriasis liquenoide se describe una afeccion inflamatoria de la piel de causa discutible y pronóstico benigno. La enfermedad puede presentarse como una variante aguda, con una serie de granos rojizos, a veces vesiculosos o de apariencia irritada. Otras veces se presenta como variante crónica, con placas o manchas pequeñas blanquecinas que se recubren de una escama micácea fácilmente desprendible a la tracción o al raspado con la uña. Su evolución es caprichosa, desapareciendo al cabo de cierto tiempo por si sola o brotando de forma cíclica cada cierto tiempo. El diagnóstico se lleva a cabo mediante biopsia y el tratamiento más recomendado consiste en tomar sesiones cortas de luz ultravioleta o exposiciones controladas al sol complementados con una terapia oral con tetraciclina o eritromicina.