Mujer, 23 años, desde Miami:
Hace varios años que tengo mis nudillos y codos coloraos y se me cubren de escamas algunas veces.
Mi Médico me dice que es un eczema pero sus tratamientos no hacen que mis molestias mejoren lo mas minimo.
Ayudeme por favor.
El Dermatólogo responde:
Unas lesiones eritemato-escamosas (rojizas con descamación) en zonas de apoyo óseo o «huesudas» (nudillos, codos, rodillas, etc.) nos sugieren que padece usted de psoriasis, una dermatosis autoinmune de variable carácter familiar y evolución a brotes. La particularidad de la psoriasis es acelerar el ciclo de vida de las células cutáneas, creando acumulaciones en forma de costras, placas escamosas y manchas rojizas.
Es importante entender el carácter crónico de la enfermedad, brotando, mejorando poco a poco, para volver a reaparecer posteriormente. Esta evolución «caprichosa» resulta frustrante para el paciente, especialmente porque todavía no existe una cura definitiva. Sin embargo, existe un amplio abanico de tratamientos enfocados a controlar los síntomas, así como desacelerar el crecimiento de las células de la piel (queratinocitos). Vale la pena recalcar que la respuesta a cada tratamiento varía de un paciente a otro, por lo que resulta fundamental la personalización del mismo. Así mismo, es recomendable iniciar la terapia con fármacos suaves y carentes de efectos secundarios y reservar los más fuertes para los casos más recalcitrantes o resistentes.
Los tratamientos podemos divirlos en tópicos, físicos (fototerapia con luz ultravioleta), sistémicos (orales e inyectables), alternativos (en estudio, no probados):
- Tratamientos tópicos: eficaces para la psoriasis leve a moderada. Se pueden combinar con tratamientos orales o fototerapia en casos extensos.
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- Corticoesteroides tópicos. Reducen la inflamación y alivian el prurito (picor). Son muy habituales en las formulaciones magistrales a medida. Dependiendo de la potencia del corticoide, hay que vigilar su uso prolongado para prevenir un adelgazamiento de la piel o su falta de efecto por una utilización desmedida y posterior resistencia de la piel.
- Análogos de la vitamina D. Desaceleran el crecimiento de las células cutáneas. El calcipotriol en crema o solución combinada con esteroides (betametasona), se utiliza en la psoriasis leve a moderada, aunque podría irritar la piel.
El calcitriol en unguento, aunque mas costoso, puede ser igualmente eficaz y con menos efecto irritante. - Antralina. Contribuye a desacelerar el crecimiento de las células cutáneas. La antralina puede eliminar las escamas y suavizar la piel. Se debe iniciar la aplicación con una baja concentración pues ocasiona una irritación transitoria de la piel y puede manchar uñas, cabello o piel con un color parduzco, por lo que requiere una cuidadosa aplicación.
- Retinoides tópicos. Pueden disminuir la inflamación. Se suele recomendar una aplicación nocturna o asociados a protección solar durante el dia por la irritación secundaria y el riesgo a la fotosensibilidad. Algunos autores comunican, tras un uso prolongado, un riesgo de provocar defectos malformativos en el feto (teratogenia) por lo que están formalmente contraindicados en embarazo y lactancia aconsejándose una anticoncepción rigurosa mientras se sigue dicha terapia en largos periodos de tiempo.
- Inhibidores de la calcineurina. (enzima responsable de la activación de la respuesta inmunitaria). El tacrólimus y pimecrólimus reducen la inflamación y la acumulación de placas. Requieren control médico y no se recomienda un uso prolongado y excesivo, debido a un posible aumento del riesgo de cáncer de piel y linfoma. Por no resultar tan irritantes como los retinoides o los corticoesteroides, pueden ser especialmente útiles en regiones de piel delgada (contorno de los ojos).
- Ácido salicílico. Promueve la exfoliación de las células muertas de la piel y reduce la formación de escamas. Se suele usar en combinacion con corticoesteroides tópicos para mejorar su eficacia. Suele formularse en champús y lociones para el tratar la psoriasis del cuero cabelludo.
- Alquitrán de hulla. Reduce la formación de escamas, el picor y la inflamación. Es un derivado del carbón, pero su fuerte olor y su tendencia a manchar ropa y sabanas no lo hace un tratamiento muy popular. Suele encontrarse en jabones y champús, cremas y aceites de venta libre. No se recomienda para mujeres embarazadas o en período de lactancia.
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2. Fototerapia: tratamiento para psoriasis moderada que usa la luz ultravioleta natural (luz solar natural) o artificial (UVA o UVB) combinada con medicamentos.
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- Luz solar. La exposición a los rayos UV de la luz solar desacelera el recambio celular, reduce la inflamación y la formación de escamas. Las exposiciones deben ser breves y controladas, pues una foto exposición intensa puede empeorar los síntomas y causar daño cutáneo a largo plazo.
- Fototerapia de luz ultravioleta B de banda ancha. Pueden mejorar los síntomas de la psoriasis de extensión leve a moderada. La fototerapia UVB se usa para tratar psoriasis extendida o resistente a los tratamientos tópicos. Los efectos secundarios inmediatos suelen ser enrojecimiento, picor y sequedad de la piel pero el uso de dermocosméticos hidratantes y emolientes pueden minimizar dichos efectos.
- Fototerapia de luz ultravioleta B de banda estrecha. Más novedoso y potencialmente más eficaz. Por lo general, se administra 2 o 3 veces por semana hasta que la piel mejora y luego el mantenimiento puede requerir solo sesiones semanales. Puede provocar quemaduras más graves por lo que la supervisión médica y el uso de reparadores cutáneos son necesarios.
- Terapia de Goeckerman. Se denomina así a la combinación de UVB con alquitrán de hulla, la cual potencia la eficacia del tratamiento.
- Psoraleno + UVA. La puvaterapia consiste en tomar un medicamento sensibilizante a la luz (psoraleno) antes de la exposición a la luz ultravioleta A. El psoraleno mejora la respuesta de la piel al rayo UVA que tiene mayor penetracion que el UVB. Usado en casos más graves de psoriasis, puede causar ciertos efectos secundarios como náuseas, dolor de cabeza, ardor y picor. La exposicion a rayos UV requieren moderación y seguimiento médico pues conllevan un riesgo de padecer cáncer de piel (melanoma maligno, carcinoma basocelular y carcinoma de células escamosas).
- Láser de excímeros. Usada en la psoriasis leve a moderada, trata solamente las placas de psoriasis controlando la descamación y la inflamación, sin dañar la piel sana. Requiere menos sesiones que la fototerapia tradicional, porque usa UVB más potente. Los efectos secundarios más serios por exceso de terapia podrían incluir eritema (enrojecimiento) y formación de ampollas.
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3. Tratamientos sistémicos: medicamentos orales o inyectables para casos graves de psoriasis. Se administran durante períodos breves debido sus fuertes efectos secundarios.
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- Retinoides. Para casos resistentes a otras terapias. Los efectos secundarios pueden comprender inflamación de mucosas (labios) y caída del cabello. Debido a la teratogenicidad (capacidad de malformaciones en el feto), las mujeres deben evitar el embarazo durante al menos tres años después de tomar el medicamento.
- Metotrexato. El metotrexato por vía oral ayuda a disminuir la producción de células cutáneas y reducir la inflamación. Utilizado también en pacientes con artritis psoriásica. Usado durante períodos largos, puede causar daño hepático grave y disminución de la producción de plaquetas y glóbulos rojos y blancos.
- Ciclosporina. Inhibe el sistema inmunitario pero solo se recomienda a corto plazo pues aumenta el riesgo de infecciones y otras complicaciones (problemas de riñón y presión arterial alta).
- Medicamentos que alteran el sistema inmunitario (biosimilares). Estos comprenden etanercept, infliximab, adalimumab, ustekinumab, golimumab, apremilast, secukinumab e ixekizumab. La mayoría son inyectables (excepto apremilast , vía oral) se usan en personas que no responden a la terapia tradicional o padecen artritis psoriásica asociada. Deben usarse con precaución, pues afectan el sistema inmunitario haciéndolo vulnerable a infecciones graves (los pacientes deben efectuar pruebas mediante test a tuberculosis).
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4. Terapias complementarias o alternativas: dietas, suplementos dietéticos e ingredientes dermocosméticos, cuya eficacia aunque no científicamente probada, podrían aliviar los síntomas de la psoriasis leve:
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- Aloe vera. El extracto o gel de aloe o sábila tomado de la planta, puede reducir el enrojecimiento, la descamación, el prurito y la inflamación. Puede requerir aplicaciones diarias y constantes para ver mejoría.
- Aceite de pescado. Los suplementos de aceite de pescado ricos en omega-3 pueden reducen la inflamación, aunque los estudios no son concluyentes en psoriasis.
- Uva de Oregón. La uva de Oregón (Berberis aquifolium) arbusto de hojas perennes del noroeste de EE.UU., contiene un alcaloide llamado berberina que podría estimular la función inmune celular ayudando a reducir la inflamación y aliviando los síntomas de la psoriasis.
- Las verduras y hortalizas ricos en vitamina C y antioxidantes, como la zanahoria, la alcachofa, la endivia, el apio, el esparrago, el puerro y las coles, así como las frutas cítricas, naranjas, mandarinas y limones, y las frutas ricas en betacarotenos, melocotones, nectarinas, albaricoques y nísperos, son especialmente beneficiosos para reforzar el sistema inmunitario.
- El kelp, un alga perteneciente a la clase Phaeophyceae (algas pardas) muy consumida en Japón, contiene yodo, ácido fólico, vitaminas antioxidantes y minerales como el potasio, el calcio y el hierro.
- Aplicación de emolientes, ayudan a mantener suave y más controlable la piel psoriásica. La avena coloidal, el aceite de oliva, la manzanilla pueden contribuir a calmar el prurito y la irritación relacionados con la psoriasis.
- Disciplinas como el mindfulness (meditación), el yoga o cualquier otra actividad física moderada puede ayudarnos a reducir los niveles de estrés psicológico, controlando ciertos síntomas asociados a éste.
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La asociación para pacientes con psoriasis, Accion Psoriasis, de España nos recomienda el siguiente «Decálogo para vivir mejor con psoriasis»:
- Aprende a convivir con la psoriasis. Es importante aceptar esta enfermedad.
- Habla con tu médico y tu entorno. Busca información fiable y de calidad así como apoyo psicológico.
- Valora el impacto psicológico de la psoriasis. La inseguridad, el pudor y el miedo son pasos naturales en el proceso de aceptación.
- Enseña tu psoriasis. Primer paso para la aceptación propia y la concienciación de la sociedad.
- Se disciplinado con los tratamientos. La constancia es fundamental para una calidad de vida.
- No desaparezcas por la psoriasis. Mantén alta tu autoestima.
- Lucha por realizar tus proyectos. Los hobbies y las actividades físicas aportan salud.
- Toma el control de tu psoriasis. Mantén una actitud positiva y proactiva.
- Da a conocer que es realmente la psoriasis. Para potenciar una cultura de humanización.
- Comparte tu experiencia. Para crear una comunidad que promueva hábitos y cuidados saludables.