Marleni E. de Perú pregunta:
Tengo 37 años y tengo vitíligo hace 7 años me empezo en la parte del cuello y posteriormente me han salido en las axilas, senos y últimamente en las manos. Hace unos años me trataron y me dijeron que debería tomar triloxar y exponerme al sol todos los días por una hora pero la verdad no me fue bien. Desde marzo de 2006 estoy acudiendo a un nuevo dermatólogo que insiste en que la cura esta en tomar triloxar y tomar sol día si día no, y también me ha recomendado una crema llamada lodexol. Usted me puede aconsejar si este tratamiento será el correcto o que otra solución me puede dar para acompañar este tratamiento. Le contare me han dicho que es bueno echarse el zumo de la lima y que tomen bastante vitamina a esto es aconsejado por una amiga mas no por un doctor.
El Dermatólogo responde:
El tratamiento con psoralenos (estimulantes de la melanogénesis) y luz UVA ( terapia PUVA) es una de las técnicas clásicas que se vienen utilizando los últimos 30 o 40 años en la terapia del vitíligo. Sus resultados han sido variables. La verdad es que en Dermatología, al igual que en cualquiera de las otras disciplinas médicas, cada maestrillo tiene su librillo.
Debe tratarse con una loción o crema formulada de forma magistral y a medida cuya receta puede solicitar en nuestro blog.
Seguimiento a la primera pregunta:
Doctor Gracias por su respuesta. Me preocupa por que leo sus tratamientos y a la mayoría le recomienda que no tomen sol. Doctor me podría explicar por que no se debe tomar sol y cual sería mi tratamiento para consultar con el Doctor que me esta tratando. Un millón de gracias.
El Dermatólogo responde:
En mi contestación a su anterior consulta le comentaba que algunos dermatólogos utilizan una técnica consistente en la ingestión de unas cápsulas que tratan de acelerar la pigmentación de la piel al contacto posterior con la luz ultravioleta del sol. Sin ánimo de criticar este método terapéutico que no he utilizado nunca, mi experiencia personal consiste en cambiar el tratamiento oral con psoralenos por la aplicación local de una fórmula que trata de conseguir los mismos efectos pigmentantes. La exposición posterior a la luz solar depende en gran manera de la localización y extensión de las lesiones de vitíligo. Piense que una piel sin pigmento es mucho más sensible a las quemaduras solares que una piel normal. En vitíligos segmentarios que afectan a zonas cutáneas resistentes (codos, rodillas, nudillos de los dedos) los inconvenientes de una exposición al sol siempre son menores que en vitíligos de localización en párpados, labios, axilas o ingles donde la piel es fina y delicada y, por tanto, extremadamente sensible. Por eso, los dermatólogos siempre debemos considerar que no hay enfermedades sino enfermos y que cada caso concreto debe ser considerado de forma particular. Un saludo.